ESENCIA, ORGANIZACIÓN Y FORMA DE LAS DANZAS.

Como hemos visto, la esencia de las danzas de concheros es la realización del Mito Solar, en el cual el sol es la presencia material y espiritual de Dios, de quien ha emanado todo, así como el hombre mismo, Sus ciclos son normas para el desarrollo de la vida sobre la tierra. Sus evoluciones ( y accidentes) repercuten analógicamente en el hombre, que es una parte de él, que es el centro primordial, la fuente primaria de todas las energías del Universo.

De ahí que el objetivos de estas danzas sea el de armonía cósmica entre las energías del hombre con la de los astros. Así, unificadas, se logra la realización física, psíquica y espiritual del hombre (su mayor aspiración, inquietud y anhelo). Siguiendo este principio heliocéntrico, se desarrolló un ritual que sigue los lineamientos y formas de los astros en recorridos por el firmamento. de tal manera, considerando sus evoluciones, paralelismo y diferentes posiciones, surge como resultado el círculo, el triángulo, el cuadrado y las líneas paralelas o cruzadas, representando cada una de ellas una función específica dentro del rito.

Todas estas formas se rigen por la ley del centro, representada por el Sol con relación a los astros, que viene a ser como un capitán. La luna es entonces capitana y compañera del sol. De ahí parten todos los grados de la milicia celeste de los astros, que conducen a crear teogónicamente una miliacia de dioses, proyectada religiosamente en la actividad humana. Por ello existían órdenes militares como la de caballeros- águilas y caballeros- tigres, órdenes místicos-guerras. Esta milicia organizada por los aztecas se conserva en las actuales danzas de cooncheros, en las que encontramos desde un soldado raso hasta capitales reales o generales, pasando por una gama de grados específicos. Por eso dicen (entre ellos mismos) que danzar es guerrear.

La forma usual de las danzas parte de uno o  varios círculos en su centro se encuentran siempre el capitán y la capitana o maliche con su sahumador. Cuando alguno de los danzantes va a realizar una danza, pasa al centro junto a los capitanes, indicando con eso que es el astro que en ese momento regirá con sus leyes, y la danza que interpretará ha sido aceptada por la autoridad de los capitanes.

SIMBOLISMO DE LAS DANZAS.

La danza de concheros representa la guerra florida, la lucha espiritual del hombre por superarse: guerra entre lo bueno y lo malo, lo activo y lo pasivo, la ignorancia y la sabiduría, la luz y las tinieblas, la vida y la muerte, entre las cuales se debate.

El punto de partida es el sol, que guía diariamente a los astros, quienes como él en su trayectoria sideral sufren varias vicisitudes. Siendo el sol siempre el mimso, toma distintos aspectos en las diferentes horas del día. Y con él los astros especialmente Venus, que es representante directo del aspecto humano. Por esta razón los dioses no son sino representaciones de las diferentes leyes cósmicas que rigen el Universo, y vienen a ser hipótesis de un mismo principio: el Dios Sol y sus múltiples manifestaciones. para iniciar la danza se efectúa una ceremonia de ofrecimiento del fuego a los cuatro vientos, o sea, a las cuatro direcciones del mundo. El fuego es la manifestación física y material del Sol y del espíritu. Realizada dicha ceremonia y formado el círculo básico, se inicia la danza.

DANZA AZTECA  EN  TETELCINGO.

A estas danzas se la puede considerar una auténtica manifestación cultural mexicana. Uopache-asteca, apache-asteca o danza azteca. El significado central es el que se manifiesta en relación existente entre el hombre (tlákatl) y la naturaleza (xixitla), y el respeto que se tiene a las leyes del cielo (ilbekak) y del creador Ilbekak Tla´toani ( señor celeste: Dios). dichas leyees hacen referencia a la necesidad de armonía, de orden social. Así, la armonía entre el hombre y la naturaleza; esto es, el universo, permitirá una mejor vida en Tloltekpaktle, el mundo en el que vivimos.

La danza pretende esa armonía interior entre el Uopache, conocido como danzante, los intrumentos musicales, los cuatro puntos cardinales, y el quinto punto cardinal nahua: el centro. Al inicio de la danza se prende kopali o kopal, con la intención de putificar el Tloltekpaktle, ofreciéndose hacia el centro y a los cuatro puntos cardinales. primero hacia el norte, de donde venimos, al oriente, por donde sale el sol, luego hacia el sur, adonde esta nuestro destino, y posteriormente hacia el poniente, adonde está Kalitunale o casa del sol. Finalmente el centro, quinto punto cardinal de creencias mexicas, el lugar donde pertenecemos. Luego purificar el tloltekpaktle suena el caracol también a los cuatro vientos señalados; ello imlica armonizar el sonido, que viaja a la morada de Ibekak Tlaj Toani. El sonido no debe romper el orden del cosmos; posteriormente se lleva a cabo el Uopache-asteka, también dirigiéndose los danzantes hacia los cuatro puntos cardinales y el centro.
El sonido del huehuetl debe producirse con las palmas de las manos, para que el sonido del teponaztli produzca música y armonía, sin ruidos. Los danzantes no deben gritar ni provocar desorden. la danza es continua y puede durar gran parte del día. Es necesario mencionar que para ser danzante azteca se necesita disciplina; además, esta actividad es solamente una parte de lo que es obligatorio saber para llegar a ser tlahtoani. Se necesita poseer una conducta respetable ante la sociedad, así como conocimientos sobre la moral y la medicina, e impartir justicia dentro de la comunidad. Si faltan algunos de estos elementos no se puede llegar a ser autoridad tradicional; inclusive, es necesario conocer la historia de la comunidad desde su formación. Por lo tanto para ser danzante no es suficiente bailar o tocar un instrumento, sino poseer conocimientos y ser buen ciudadano, servir de ejemplo para los niños y ser orgullo de los bienentsin (venerables) ancianos.
Cuando se van a realizar una serie de danzas, es necesario que la primera sea la azteca; para no romper el orden, los observadores también participan pasivamente en ella; no deben aplaudir sino levantar los brazos, mover las manos, para no producir exceso de teo (energía), y alterar la de los demás así como la del lugar purificando con el copal. En  Tetelcingo se pretence el resurgimiento de la danza azteca. Es uan obligación tomarla con seriedad y respeto. Para ello se cuenta con la voluntad de sus habitantes.